Me levanté a las siete y media. Llevaba despierto desde las 6:00. Cani se iba a trabajar y me preguntó si me iba ya. Hice bien mis labores y Jorge me espetó a las 10:00
-¿Todavía
estás aquí? Márchate ya.
Y
me fuí.
Programé
el Tom-Tom, (debía de estar enfadado conmigo porque no me habló en
todo el camino). Pasé Alcalá, Guadalajara, Humanes, me desvié mal
en una rotonda y tuve que dar la vuelta, pasé por Hiendelaencina y a
las 12:30 llegué a Gascueña. Veri me había dicho el viernes que
estarían en el pilón. En el pilón sólo había un gato que me miró
despreciativo. Avancé y me fui a las afueras del pueblo. Volví al
pilón y allí estaban Luisen y Veri. Que alegría me dió. Hacía
décadas que no veía a Veri, a Luisen le había visto hacía poco.
Luego llegaron el melenudo (Pacobis), el desmelenudo Juanma, Raúl,
Miguel Angel, Lolo, Pepín... ¡Cuánta gente!. ¡Qué
emoción!. Con cuantos de ellos he dormido, me he empapado en
Gudillos (los cabrones tenían preferencia por ir a Gudillos en pleno
invierno y si llovía mejor), con cuantos de ellos maldije y juré no
volver a subir Abantos cuando estaba ya casi asfixiado (luego
volví a maldecir y jurar tres o cuatro veces más), con cuantos de
esos había contado chistes verdes (anoche conté el del manco) y con
cuantos de ellos había cantado, sin entonar nada, (perdona Raúl) lo
de D. Prudenciano y Doña Presentación.
No
hubo problemas. Nos reconocíamos todos. Con barrigas, ojeras, canas,
alopecias y como ha dicho el Sr. Nieto, pusimos verde al Gerardo, al
Alejandro... Nos acordamos también de mucha gente que vimos en las
fotos de Miguel Angel y Paco, perdón Javier Nieto.
Cantamos,
bebimos, paseamos, Veri encendió el "fuego de campamento"
y la "Flor Roja" nos alumbró.
Por
la mañana atendimos todos las lecciones de mecánica de Lolo y
Pacobis y los comentarios del filósofo Pepín, previos al desayuno y
luego hemos desayunado, nos hemos reido y lo hemos pasado bien. Yo me
tenía que volver a Madrid, pero antes hemos quedado en
organizar otra en mi casa (no sé si cabremos todos, pero ya nos
apañaremos).
Ya
por la tarde le he contado un poco a mi hermano y se le han pñuesto
los dientes largos.
Bueno,
resumiendo, me lo he pasado genial.
Un
abrazo a todos. Muchas gracias a los intendentes, cocineros,
hospederos, Mª Angeles, Bárbara... A todos.
Siempre
listo para servir.
Jesús
(el del trípode)