AUTOR: Ricardo Abad
2 de abril de 2011: El Camino Smith
Crónica de una bajada
(No haré ninguna referencia a los datos relevantes del Camino Smith: Geografía, historia, amenidades y pasatiempos. Todo eso está en la red y, en los correos previos, Gloria nos facilitó algunos enlaces de interés)
Quedamos en la estación de Cercedilla (atrás quedaron los tiempos del 34 y la estación de Atocha) a las nueve y media de la mañana. Esta hora tan temprana fue sugerida por Gloria y su preocupación de que no encontráramos billetes para el funicular. Todos fuimos puntuales. Bueno, todos menos Gloria… y Juan. Los más madrugadores Pablo, Luisen y Nieto y a continuación María Jesús, Chitín, Pedro y yo.
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BASTÓN DE CAMINANTE |
9:40 AM. Mientras el matrimonio Sanz-Abad estaba ocupado en buscar aparcamiento y en dialogar, de forma serena, sobre las posibles causas del retraso, María Jesús se encargaba de sacar los billetes para Navacerrada. Fue curioso, por emplear un término suave, el comentario del taquillero de renfe después de echar un vistazo a los destinatarios de los billetes: “- ¿Están seguros que sólo ida? Miren que son muchos kilómetros y es posible que se les haga de noche”.
9:45 AM. Llegada de Gloria y Juan. Mientras Juan y yo nos quedamos acompañando a Gloria, en una larga cola de señoras, para gestionar el caudal de sus aguas menores, el resto del grupo se fue a reservar asientos en el tren.
10:00 AM. Salida puntual del tren rumbo a Cotos con parada en Navacerrada. El tren iba hasta arriba y afortunadamente todos fuimos sentados. En un “chipi, chipi, chipi traqueteo del tren”, con muy buenos recuerdos y mejores sensaciones, nos presentamos en Navacerrada.
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ESPERANDO..... |
10:30 AM. Estación de Navacerrada. Iniciamos la bajada con una subida hasta la Venta Arias. Condiciones meteorológicas ideales: Ausencia de viento y lluvia y la temperatura muy agradable. Había bastante nieve e iniciamos el descenso atravesando una pista de esquí, que estaba funcionando, tras la Venta Arias.Empezaron a aparecer tramos de nieve helada y, a pesar de que de vez en cuando se escuchaba una voz femenina que decía “¡prudencia!, ¡prudencia!”, hubo varios de nosotros que se resbalaron y dieron con sus reales de forma brusca en la madre tierra. Yo presencié el resbalón de Luisen, que iba justo delante de mí. De repente vi todo su cuerpo recto en posición horizontal como a un metro de altura. La imagen duró sólo un instante pues la cruda gravedad aplicó inmediatamente su implacable ley. Menos mal que, en un alarde de destreza, amortiguó la caída de forma magistral con sus brazos. Estoy seguro que Luisen de pequeño practicó judo.
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CATAPLOFFFFF....!!!! |
Llegamos a la primera bifurcación: Un camino que subía y el otro seguía horizontal. Unanimidad en la decisión: ¡subidas no! (Ya se que esta frase va a traer polémica).
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EL BOCATA Y LA MOCHILA ROJA |
Después de que empezaran a arreciar frases del tipo “Chitín, ¿falta mucho?”, “¿cuántos kilómetros llevaremos?”, “¡tengo hambre!”, se decidió hacer la primera parada para tomar el bocadillo de choped 12:15 PM. El bocadillo de las 12. Aunque la mayoría nos dedicamos a compartir y degustar los bocadillos y otras viandas, hubo quien empleó parte de este tiempo en “conectarse” con el mundo exterior, gracias a los prodigios de la tecnología moderna, y nos comunicó noticias relacionadas con las turbulencias de la política nacional.
Mientras saciábamos el apetito y reponíamos fuerzas, veíamos pasar el numeroso y variopinto tráfico de personas que bajaban por el camino Smith: niños, niñas, padres, madres, abuelos, abuelas, amigos, dos intrépidas chicas con bicicleta al hombro y, al cabo de un buen rato, dos esforzados chicos también con bicicleta al hombro. Los chicos preguntaron por las chicas y nosotros dándoles ánimos: -“uf… han pasado hace un buen rato y llevaban mucho más ritmo que vosotros. Seguro que no las pilláis”. También, cosa rara, hubo una pareja, un hombre y una mujer, que subían. - ¿Queda mucho para Navacerrada?; – Pues nosotros hace dos horas que salimos de allí.
12:35 PM. Reanudamos la marcha. Los tramos helados se iban espaciando. En un afán nuestro por contradecir al taquillero de renfe, fuimos pasando a algunas de las personas que, en nuestro descanso, habíamos visto pasar, incluidos a los esforzados chicos de las bicis. ¡Ánimo muchachos! Antes de que nos diéramos cuenta estábamos llegando al Puerto de la Fuenfría.
13:15 PM. El Puerto de la Fuenfría. Allí nos encontramos a las intrépidas chicas ciclistas y esta vez fueron ellas las que nos preguntaron por los chicos. Tened compasión, les dijimos. Curiosa forma de ligar, pensamos. Dedicamos un rato a leer los cárteles sobre la historia del lugar y a contemplar las calzadas romanas.
La cara norte dio paso a la cara sur y la nieve y el hielo a las piedras, -que se lo pregunten a los sufridos pies de Gloria que para celebrar ese día, su dueña les obsequió con unas botas sin estrenar-.
Bajando, bajando y preguntando, de vez en cuando, por el buen camino, fuimos llegando a las Dehesas de Cercedilla.
14:00 PM. Dehesas de Cercedilla. Lo primero que hicimos al retornar a la civilización fue buscar un lugar donde tomar tranquilamente una cerveza –hubo quien se tomó más de una-. Chitín solicitó al camarero que hiciera cuentas separadas: para “uno que venía con nosotros” y para el resto.
Entre risas y chanzas, anécdotas y chistes, tomamos la decisión de continuar el camino y comer en Cercedilla.
15:00 PM. Cercedilla. Un esfuerzo final y llegamos a Cercedilla. Después de dar unas cuantas vueltas –algunas en círculo- por sus calles y apreciar la arquitectura de sus casas, fuimos a dar a un bar cercano a la estación.
Primer debate: dos mesas o tres mesas… lo resolvió el camarero. Tapas variadas, cervezas -algunas sin alcohol- y más risas y recuerdos y… vuelta a casa.
¡Hasta la próxima!
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Después de la breve crónica pasamos a nuestra esperada sección habitual de “preguntas sin respuesta… fácil”. Os recuerdo que esta sección sirve para poner a prueba vuestros conocimientos sobre los acontecimientos que pasaron en la salida.
PREGUNTAS SIN RESPUESTA… FÁCIL
1.- ¿Por qué por muchas colas que haya habitualmente en el servicio de los chicos, siempre la cola más larga está en el servicio de las chicas?
2.- Aparte de Luis Enrique, mencionado en la crónica, ¿quién o quienes sufrieron en la parte posterior de sus carnes el hecho de que hubiera hielo en la primera parte del camino?
3.- ¿Quién de nosotros dijo que presenció como uno de los que se resbaló, se levantó, de forma portentosa, ayudado por la fuerza impulsiva de una potente ventosidad?
4.- ¿A quién se refería Pedro, digo la persona a la que me refiero en la pregunta anterior?
5.- ¿Quién facilitó la noticia de que Zapatero no se iba a presentar a la reelección? (Dada la dificultad de esta pregunta, sin que sirva de precedente y de forma extraordinaria, doy tres pistas: a) es mamífero, b) su padre dice estar seguro de que es hijo de su mujer y c) no es, como pensabais, la persona solución de la pregunta 4).
6.- Después de escuchar repetidamente la frase: “María Jesús, ¿cuánto te debo por el billete de tren?” ¿A quién se le ocurrió la idea de “… ¿y si ponemos cada uno diez euros y utilizamos ese dinero para afrontar los gastos de la salida?” y a esa brillante idea la denominó “fondo común”?
7.- ¿Quién gestionó, de forma sabia, ese fondo común?
8.- ¿Quién, con la escueta frase de “Conozco un atajo”, nos metió en un laberinto de calles, que nos hizo meditar sobre las numerosas casas de meditación que nos encontramos, y al final volvimos al mismo punto donde la persona en cuestión dijo la mencionada frase?
Y para finalizar dos preguntas cuya respuesta únicamente la tendría la revista “hermano lobo” que, desgraciadamente, ya no se publica.
9.- ¿Quiénes agradecen que en el título de esta crónica aparezca la palabra bajada y no la palabra subida?
10.- ¿Cuántas cervezas cayeron?
Uuuuuuuuuuhhhh